El proyecto de reforma de este dúplex se centró en crear un espacio abierto y versátil, utilizando madera y blanco como elementos base para lograr un ambiente atemporal y acogedor. El objetivo principal era proporcionar a los clientes un lienzo en blanco que les permitiera cambiar la decoración y añadir color según sus preferencias, sin que el espacio se sintiera anticuado o abrumador. Para ello, se utilizó madera en diferentes partes del interior para aportar calidez, textura y confort al espacio. Y el blanco como color base para las paredes y techos, este tono proporciona una sensación de luminosidad y amplitud.

Se derribaron paredes que separaban los espacios públicos, como el salón y el comedor, para crear un área abierta. Esto proporciona una sensación de amplitud y fluidez en el diseño interior, permitiendo una mejor circulación de la luz y el aire.

Se instaló una escalera abierta que conecta los dos niveles del dúplex y que se integra visualmente con el salón. Esto no solo añade un elemento arquitectónico interesante, sino que también permite que la luz fluya entre los niveles, creando una sensación de mayor luminosidad.

Se optó por un diseño de interiores minimalista y versátil que permitiera a los clientes cambiar fácilmente la decoración satisfaciendo así las preferencias que nos comunicaron a la hora de hacer el proyecto. Los muebles y accesorios se seleccionaron cuidadosamente para que fueran atemporales y compatibles con una variedad de estilos y colores.

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